La India Lanza Su Primera Sonda Lunar
La India se ha unido a las naciones que han enviado un vehículo de exploración a la Luna.
La Chandrayaan-1 es una ambiciosa misión en la que participan varias agencias internacionales, cuyo objetivo será conocer mucho mejor nuestro satélite natural y su entorno. Para ello, se colocará en órbita alrededor de él, desde donde dirigirá su pléyade de instrumentos que cubren una amplia variedad de campos científicos. La sonda, la primera para la India, partió a las 00:52 UTC del 22 de octubre desde la base de Sriharikota.
Utilizó para ello el cohete PSLV C11, que situó a su carga en una órbita preliminar de 225 por 22.817 kilómetros alrededor de la Tierra. Con un peso de 1.400 kg, la Chandrayaan-1 utilizará su propio sistema de propulsión, durante cinco ocasiones, para aumentar su apogeo, la máxima distancia con respecto a nuestro planeta, hasta alcanzar las cercanías de la Luna.
Luego, el 8 de noviembre, activará su motor para permitir la entrada en una trayectoria ya enteramente gobernada por la gravedad lunar.
Dicha órbita será en principio elíptica (500 por 5.000 km), pero más adelante será ajustada para que la sonda pueda evolucionar sobre el satélite a tan sólo unos 100 kilómetros de altitud. Desde allí, la Chandrayaan-1 usará su batería de instrumentos para investigar la superficie de la Luna a partir de finales de noviembre.
El primer experimento, sin embargo, ocurrirá el 15 de noviembre, ya que la nave transporta a bordo un vehículo de impacto (MIP) que será enviado a chocar contra el suelo, produciendo durante su corta vida una serie de resultados científicos.
El MIP (Moon Impact Probe) pesa 29 kilogramos y contiene un altímetro radar, una cámara de video y un espectrómetro. Todos ellos funcionarán durante los 20 minutos que dure el descenso. El objetivo principal de este experimento será probar tecnologías para futuros vehículos que sean capaces de alunizar suavemente (Chandrayaan-2).
En total, la Chandrayaan-1 transporta 11 instrumentos. La India, a través de la agencia ISRO, ha instalado una cámara (TMC) de 5 metros de resolución para levantar un mapa de la topografía lunar, una cámara hiperespectral (HySI) para estudiar la mineralogía de la superficie, un medidor láser (LLRI) para calcular la altitud y analizar el campo gravitatorio lunar, y un espectrómetro de rayos-X (HEX), que explorará las regiones polares en busca de depósitos de hielo y otras sustancias.
El resto de instrumentos ha sido proporcionado por la Agencia Espacial Europea, Bulgaria y la NASA. El espectrómetro C1XS y el espectrómetro SIR-2 de la ESA medirán la distribución y abundancia de diversos minerales, y el analizador SARA, también de la agencia europea, permitirá más estudios mineralógicos y sobre la interacción del viento solar con el suelo lunar. Bulgaria ha proporcionado por su parte el instrumento RADOM, que medirá el entorno de radiación.
Por último, la NASA ha instalado el radar MiniSAR para explorar la existencia de agua helada en los polos y el espectrómetro M3, para seguir estudiando los minerales superficiales. Todos ellos deberán trabajar durante una misión que se espera dure unos dos años.
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