Las costas de los primitivos territorios que hoy son Alberta, Columbia Británica y el Ártico Canadiense, fueron un importante refugio para algunos de los primeros animales que poblaron el mundo, muchos de los cuales fueron barridos por un misterioso evento de extinción global acaecido hace unos 252 millones de años..
John-Paul Zonneveld, de la Universidad de Alberta, Tyler Beatty y Charles Henderson, ambos de la Universidad de Calgary, han ayudado a resolver parte del misterio de en qué lugar los organismos marinos pudieron haberse refugiado con suficiente eficacia de esa extinción en masa para luego poder emprender una repoblación. Han descubierto que las costas del primitivo Canadá suministraron refugio a los organismos marinos que escaparon de la aniquilación durante este evento de extinción ocurrido durante la transición del Periodo Pérmico al Triásico.
Durante el Pérmico, todas las grandes superficies terrestres se habían unido para formar un solo supercontinente llamado Pangea. Cuando se desencadenó la extinción en masa, murieron cerca del 95 por ciento de las especies marinas y alrededor del 70 por ciento de las especies terrestres. La repoblación llevó más tiempo que después de otros eventos de exterminio en masa, debido a la extraordinaria pérdida en biodiversidad que se registró.
Hay varias teorías propuestas para explicar por qué se produjo tal evento de extinción global. Los autores del nuevo estudio se inclinan a favor de la teoría de un cambio climático global, dado que el aumento de temperaturas y niveles elevados de CO2 están relacionados con los efectos nocivos de la escasez de oxígeno, lo cual es la clave de los resultados de su investigación.
Desde hace muchos años, se ha estado estudiando el evento de extinción del Pérmico-Triásico, pero fundamentalmente en Groenlandia y el sur de China, donde las formaciones representan áreas de aguas profundas y tienen vinculados niveles muy bajos de oxígeno. El equipo de investigación de Alberta estudió las huellas fósiles encontradas a lo largo de la antigua línea costera, en rocas ubicadas en la zona oeste de Alberta, el nordeste de la Columbia Británica, y los yermos paisajes del ártico canadiense.
Estas huellas fósiles presentan un registro de organismos que moraban en el fondo del mar, e indican condiciones locales buenas de oxigenación, en un océano caracterizado en su mayor parte por una anoxia muy extendida (carencia de oxígeno).
Las huellas fósiles han ayudado a identificar una serie de áreas en el oeste y el norte de Canadá, en las cuales se refugiaron organismos marinos durante la peor fase de la extinción, y desde los cuales recolonizaron las costas del mundo, cuando las condiciones volvieron a ser propicias.
John-Paul Zonneveld, de la Universidad de Alberta, Tyler Beatty y Charles Henderson, ambos de la Universidad de Calgary, han ayudado a resolver parte del misterio de en qué lugar los organismos marinos pudieron haberse refugiado con suficiente eficacia de esa extinción en masa para luego poder emprender una repoblación. Han descubierto que las costas del primitivo Canadá suministraron refugio a los organismos marinos que escaparon de la aniquilación durante este evento de extinción ocurrido durante la transición del Periodo Pérmico al Triásico.
Durante el Pérmico, todas las grandes superficies terrestres se habían unido para formar un solo supercontinente llamado Pangea. Cuando se desencadenó la extinción en masa, murieron cerca del 95 por ciento de las especies marinas y alrededor del 70 por ciento de las especies terrestres. La repoblación llevó más tiempo que después de otros eventos de exterminio en masa, debido a la extraordinaria pérdida en biodiversidad que se registró.
Hay varias teorías propuestas para explicar por qué se produjo tal evento de extinción global. Los autores del nuevo estudio se inclinan a favor de la teoría de un cambio climático global, dado que el aumento de temperaturas y niveles elevados de CO2 están relacionados con los efectos nocivos de la escasez de oxígeno, lo cual es la clave de los resultados de su investigación.
Desde hace muchos años, se ha estado estudiando el evento de extinción del Pérmico-Triásico, pero fundamentalmente en Groenlandia y el sur de China, donde las formaciones representan áreas de aguas profundas y tienen vinculados niveles muy bajos de oxígeno. El equipo de investigación de Alberta estudió las huellas fósiles encontradas a lo largo de la antigua línea costera, en rocas ubicadas en la zona oeste de Alberta, el nordeste de la Columbia Británica, y los yermos paisajes del ártico canadiense.
Estas huellas fósiles presentan un registro de organismos que moraban en el fondo del mar, e indican condiciones locales buenas de oxigenación, en un océano caracterizado en su mayor parte por una anoxia muy extendida (carencia de oxígeno).
Las huellas fósiles han ayudado a identificar una serie de áreas en el oeste y el norte de Canadá, en las cuales se refugiaron organismos marinos durante la peor fase de la extinción, y desde los cuales recolonizaron las costas del mundo, cuando las condiciones volvieron a ser propicias.
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