Un grupo de científicos de la Universidad de Chicago ha establecido que el océano se vuelve ácido más rápido de lo que previamente se suponía. Además, estos expertos han encontrado que el aumento de la acidez se correlaciona con los niveles crecientes de dióxido de carbono en la atmósfera.
John Timothy Wootton, Profesor de Ecología y Evolución en la Universidad de Chicago, es el autor principal del estudio.
De las variables estudiadas que podrían estar relacionadas con los cambios en la acidez del océano, sólo el dióxido de carbono atmosférico exhibió una correlación significativa.
El aumento de la concentración de ácidos en el agua daña a ciertos animales marinos y podría reducir la capacidad del océano de absorber dióxido de carbono. Hace tiempo que los científicos vienen alertando de que niveles más altos de dióxido de carbono en la atmósfera deberían aumentar la acidez de los océanos. Sin embargo, las evidencias empíricas de dicho aumento han sido un tanto precarias.
El nuevo estudio, en cambio, es mucho más contundente. Se basa en 24.519 mediciones de pH oceánico a lo largo de ocho años, que constituyen la primera base de datos detallada de las variaciones del pH costero en una latitud templada, donde se hallan las zonas pesqueras más productivas del mundo.
La acidez aumentó con una rapidez más de 10 veces mayor que lo predicho por los modelos usuales de cambio climático y otros estudios. Este incremento tendrá un impacto severo en las redes alimentarias marinas y sugiere que la acidificación del mar puede ser un problema más urgente de lo pensado comúnmente, al menos en algunas áreas marítimas.
El mar desempeña un papel fundamental en los ciclos globales del carbono. Cuando el dióxido de carbono atmosférico se disuelve en el agua forma ácido carbónico, el cual aumenta la acidez del océano. Durante el día, los niveles de dióxido de carbono en el mar decaen porque la fotosíntesis lo elimina del agua, pero por la noche, los niveles suben de nuevo. El estudio documentó este patrón diario, así como un aumento sostenido de la acidez media con el tiempo.
Muchas criaturas marinas tienen conchas o esqueletos hechos de carbonato de calcio que el ácido puede disolver. Por consiguiente, la mayor acidez del océano podría interferir con muchos procesos marinos críticos como la regeneración y la proliferación de los arrecifes coralinos, y perjudicar actividades humanas como la pesca de marisco.
En el estudio se ha documentado que el número de mejillones y percebes ha disminuido a medida que la acidez del mar ha aumentado. Al mismo tiempo, poblaciones de ciertos tipos de algas se han incrementado.
Los modelos han revelado fuertes vínculos entre la dinámica de las especies que habitan en el litoral y la variación en el pH del océano. Los modelos proyectan cambios sustanciales en las especies que dominan el hábitat, como consecuencia tanto de los efectos directos de la calcificación reducida, como de los efectos indirectos que surgen de las interacciones entre las especies de la red alimentaria.
Información adicional en: Universidad de Chicago
John Timothy Wootton, Profesor de Ecología y Evolución en la Universidad de Chicago, es el autor principal del estudio.
De las variables estudiadas que podrían estar relacionadas con los cambios en la acidez del océano, sólo el dióxido de carbono atmosférico exhibió una correlación significativa.
El aumento de la concentración de ácidos en el agua daña a ciertos animales marinos y podría reducir la capacidad del océano de absorber dióxido de carbono. Hace tiempo que los científicos vienen alertando de que niveles más altos de dióxido de carbono en la atmósfera deberían aumentar la acidez de los océanos. Sin embargo, las evidencias empíricas de dicho aumento han sido un tanto precarias.
El nuevo estudio, en cambio, es mucho más contundente. Se basa en 24.519 mediciones de pH oceánico a lo largo de ocho años, que constituyen la primera base de datos detallada de las variaciones del pH costero en una latitud templada, donde se hallan las zonas pesqueras más productivas del mundo.
La acidez aumentó con una rapidez más de 10 veces mayor que lo predicho por los modelos usuales de cambio climático y otros estudios. Este incremento tendrá un impacto severo en las redes alimentarias marinas y sugiere que la acidificación del mar puede ser un problema más urgente de lo pensado comúnmente, al menos en algunas áreas marítimas.
El mar desempeña un papel fundamental en los ciclos globales del carbono. Cuando el dióxido de carbono atmosférico se disuelve en el agua forma ácido carbónico, el cual aumenta la acidez del océano. Durante el día, los niveles de dióxido de carbono en el mar decaen porque la fotosíntesis lo elimina del agua, pero por la noche, los niveles suben de nuevo. El estudio documentó este patrón diario, así como un aumento sostenido de la acidez media con el tiempo.
Muchas criaturas marinas tienen conchas o esqueletos hechos de carbonato de calcio que el ácido puede disolver. Por consiguiente, la mayor acidez del océano podría interferir con muchos procesos marinos críticos como la regeneración y la proliferación de los arrecifes coralinos, y perjudicar actividades humanas como la pesca de marisco.
En el estudio se ha documentado que el número de mejillones y percebes ha disminuido a medida que la acidez del mar ha aumentado. Al mismo tiempo, poblaciones de ciertos tipos de algas se han incrementado.
Los modelos han revelado fuertes vínculos entre la dinámica de las especies que habitan en el litoral y la variación en el pH del océano. Los modelos proyectan cambios sustanciales en las especies que dominan el hábitat, como consecuencia tanto de los efectos directos de la calcificación reducida, como de los efectos indirectos que surgen de las interacciones entre las especies de la red alimentaria.
Información adicional en: Universidad de Chicago
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