Al desarrollar un modelo para explicar el movimiento de átomos en un campo magnético, un equipo de científicos ha superado un obstáculo que desde hace varias décadas impedía comprender un componente clave de la resonancia magnética. El nuevo conocimiento puede acabar conduciendo a un mejor método de control para la obtención de imágenes mediante esta tecnología (MRI por sus siglas en inglés) y a diagnósticos con MRI de mayor resolución.
La investigación ha sido realizada por científicos del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS), la Universidad de Orleans, y la Universidad de Lyon, las tres instituciones en Francia, y la Universidad del Estado de Ohio en Columbus, Estados Unidos.
El crucial descubrimiento proporciona conocimientos fundamentales sobre un tipo de proceso físico llamado adiabaticidad. Los procesos adiabáticos son los que utilizan habitualmente los físicos e ingenieros para controlar átomos en ciertas operaciones con espectroscopia de resonancia magnética nuclear (NMR por sus siglas en inglés), y con su hermana más conocida, la MRI, utilizada en diagnósticos médicos.
Un problema que se venía arrastrando hasta ahora era el de las discrepancias entre el modelo teórico comúnmente aceptado de la adiabaticidad, y su comportamiento real.
De hecho, no estaba claro si esta discrepancia representaba un problema real, y muchos expertos pensaban que el método teórico convencional los guiaba bien hacia el proceso adiabático óptimo. Sólo ahora, cuando los autores del nuevo estudio han logrado averiguar la razón de la discrepancia, ha quedado claro que el método teórico convencional contenía un error que hubiera impedido descubrir el proceso adiabático óptimo.
Philip Grandinetti de la Universidad Estatal de Ohio y sus colegas han resuelto este viejo enigma al introducir el concepto de superadiabaticidad en el problema. Sir Michael Berry, un físico matemático en la Universidad de Bristol, describió la superadiabaticidad por primera vez en 1987.
La resolución del enigma abre la puerta a nuevos métodos para diseñar procesos adiabáticos en la resonancia magnética así como en otros campos relacionados.
Un ejemplo está en la búsqueda de una técnica de MRI que no requiera tener al paciente dentro del claustrofóbico tubo tan típico de estas máquinas.
Información adicional en: National Science Foundation
La investigación ha sido realizada por científicos del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS), la Universidad de Orleans, y la Universidad de Lyon, las tres instituciones en Francia, y la Universidad del Estado de Ohio en Columbus, Estados Unidos.
El crucial descubrimiento proporciona conocimientos fundamentales sobre un tipo de proceso físico llamado adiabaticidad. Los procesos adiabáticos son los que utilizan habitualmente los físicos e ingenieros para controlar átomos en ciertas operaciones con espectroscopia de resonancia magnética nuclear (NMR por sus siglas en inglés), y con su hermana más conocida, la MRI, utilizada en diagnósticos médicos.
Un problema que se venía arrastrando hasta ahora era el de las discrepancias entre el modelo teórico comúnmente aceptado de la adiabaticidad, y su comportamiento real.
De hecho, no estaba claro si esta discrepancia representaba un problema real, y muchos expertos pensaban que el método teórico convencional los guiaba bien hacia el proceso adiabático óptimo. Sólo ahora, cuando los autores del nuevo estudio han logrado averiguar la razón de la discrepancia, ha quedado claro que el método teórico convencional contenía un error que hubiera impedido descubrir el proceso adiabático óptimo.
Philip Grandinetti de la Universidad Estatal de Ohio y sus colegas han resuelto este viejo enigma al introducir el concepto de superadiabaticidad en el problema. Sir Michael Berry, un físico matemático en la Universidad de Bristol, describió la superadiabaticidad por primera vez en 1987.
La resolución del enigma abre la puerta a nuevos métodos para diseñar procesos adiabáticos en la resonancia magnética así como en otros campos relacionados.
Un ejemplo está en la búsqueda de una técnica de MRI que no requiera tener al paciente dentro del claustrofóbico tubo tan típico de estas máquinas.
Información adicional en: National Science Foundation
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