¿Por qué murieron tantos indígenas unos años después de la llegada de los españoles?
Una investigación realizada por un estudioso universitario revela la razón médica por la cual los indígenas de la Nueva España casi desaparecieron en el siglo 16.
Unos cuantos años después de la llegada de los españoles a México-Tenochtitlán en 1521, las enfermedades europeas y africanas que trajeron con ellos –viruela y sarampión, entre otras– mataron a muchos indígenas.
Sin embargo, la pérdida poblacional más importante en la Nueva España durante la Colonia se debió a una serie de epidemias de fiebres hemorrágicas provocadas por una enfermedad llamada cocoliztli, desconocida por los médicos aztecas y españoles, que apareció en la meseta central en 1545 y resurgió en 1576.
“Sabemos que esta enfermedad empezaba con fiebre muy alta, intensos dolores de cabeza, abdominales y torácicos, vértigo, vómito, úlceras en la boca y los genitales”, explica Rodolfo Acuña Soto, profesor e investigador de la Facultad de Medicina y quien ha dedicado varios años de su vida a reunir información de las epidemias en México desde la época prehispánica hasta nuestros días.
Esta enfermedad, que atacó principalmente a la población indígena, en tanto que dejó casi intactos a los europeos, era muy letal y breve: entre el inicio de la sintomatología y la muerte de la persona pasaban de tres a cinco días (casi 90% de los enfermos fallecía; otra enfermedad, denominada matlazahuatl, era más lenta, menos letal y más errática).
Acuña Soto detectó que durante la Colonia hubo por lo menos 12 epidemias de cocoliztli y 12 de matlazahuatl, de las cuales ha descrito y analizado las cuatro más grandes; en especial la de 1576, que causó la muerte de 50% de la población total de la Nueva España.
Los anillos de los árboles centenarios y el registro de los sedimentos de los lagos indican que algunas de las más severas y prolongadas sequías de los últimos 4 mil años, seguidas de hambrunas, golpearon Mesoamérica y Norteamérica entre los años 750 y 900, un lapso que coincide con el fin de las culturas mesoamericanas.
Las epidemias de cocoliztli de 1545 y de 1576, que mataron a casi 90 por ciento de la población de la Nueva España, ocurrieron durante prolongados periodos de sequía extrema que en ocasiones se extendieron desde lo que hoy es Venezuela hasta los bosques boreales de Canadá, y desde el Pacífico hasta el Atlántico.
A partir de las similitudes entre estos sucesos climáticos y demográficos, Acuña Soto y sus colaboradores consideran que epidemias de fiebre hemorrágica asociadas a sequías pudieron haber contribuido a la desaparición de las dos principales culturas del periodo Clásico: la teotihuacana y la maya.
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