Un grupo de astrónomos de varios centros de investigación ha descubierto lo que denominan una "SuperTierra", un planeta fuera del sistema solar que es algo mayor que la Tierra y que es el exoplaneta más pequeño detectado hasta la fecha.
Así lo informó hoy el Instituto de Astrofísica del archipiélago español de las Islas Canarias (IAC) en un comunicado en el que señala que la temperatura de este planeta es tan elevada, entre mil y mil 500 grados centígrados, que probablemente su superficie sea rocosa o esté cubierta de lava.
Este nuevo planeta, que tiene un diámetro aproximadamente el doble que el de la Tierra, descubierto por medio del satélite CoRoT, recibe el nombre de CoRoT-Exo-7b, y está tan cerca de su estrella principal que su temperatura es muy elevada.
La detección se produjo por medio del método de tránsito, es decir, mediante el ligero oscurecimiento del brillo de la estrella cuando el planeta pasa regularmente delante de ella, cada 20 horas terrestres, explica el IAC.
La mayoría de los más de 330 planetas descubiertos hasta ahora son gigantes compuestos sobre todo de gas, como Júpiter y Neptuno, y en el caso de CoRoT-Exo-7b su densidad aún no ha sido determinada, aunque podría tratarse de un objeto rocoso, como la Tierra.
También podría estar cubierto de lava líquida o tratarse de una mezcla de ambos tipos.
Identificar la naturaleza de este planeta requerirá muchas investigaciones futuras, y es posible que deba considerarse este descubrimiento como el comienzo de la astronomía exoterrestre, indica en el comunicado Hans Deeg, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias y miembro del equipo del descubrimiento.
Daniel Rouan, investigador del Observatorio de París, comenta que encontrar este pequeño planeta no fue una completa sorpresa, ya que -agrega- Corot-Exo-7b pertenece a una clase de objetos cuya existencia había sido predicha desde hace algún tiempo.
También se realizaron nuevas observaciones con el nuevo instrumento FASTCAM -una cámara de muy alta resolución- en el Telescopio Carlos Sánchez (TCS) de 1.5 metros de diámetro y en el Telescopio Óptico Nórdico (NOT) de 2.5 metros, que permitieron excluir otras fuentes que podían imitar la señal del planeta.
Además de la contribución española, el descubrimiento se apoyó en las observaciones de otros telescopios en Paranal y La Silla (Chile) y el Telescopio de Mauna Kea (Canadá-Francia-Hawai).
El nombre del telescopio espacial CoRoT responde a las siglas de Convección, Rotación y Tránsitos.
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