Desde hace algún tiempo, los científicos han sabido que ese zumbido molesto de un mosquito cercano es una canción de amor para sus congéneres del sexo opuesto, pero un nuevo estudio de la Universidad Cornell desvela que tanto las hembras como los machos agitan sus alas para cambiar su sonido con el fin de crear un dúo armónico justo antes de aparearse.
Los entomólogos de la Universidad Cornell han descubierto que los mosquitos machos y hembras de la especie Aedes aegypti, que pueden propagar enfermedades como la fiebre amarilla o el dengue, interactúan acústicamente entre sí cuando ambos están lo bastante cerca como para escucharse, a pocos centímetros uno del otro.
La frecuencia en la que los machos y las hembras convergen es un armónico o múltiple común de sus respectivas frecuencias del batir de sus alas, que son aproximadamente 400 hercios (vibraciones por segundo) para las hembras y 600 hercios para los machos.
El dúo, formado justo antes del apareamiento, tiene su frecuencia común a unos 1.200 hercios, aproximadamente una octava y media por encima de la nota La, el tono por el cual se afinan los instrumentos; esta nota La tiene una frecuencia de 440 hercios.
Esa frecuencia común entre machos y hembras de unos 1.200 hercios es mucho más alta que la anteriormente considerada como el límite superior de audición de los mosquitos.
Es interesante ver como los mosquitos de uno y otro sexo ajustan la resonancia armónica de su caja torácica para producir una frecuencia armónica que converge en una frecuencia que es el tercer armónico de la hembra (tres veces su frecuencia fundamental) y el segundo armónico del macho (dos veces su frecuencia fundamental). Éste es también el primer estudio en el que definitivamente se demuestra que, en contra de lo que muchos pensaban hasta ahora, las hembras de mosquito no son sordas.
Ron Hoy, profesor de neurobiología y conducta, Laura Harrington, profesora de entomología y experta en mosquitos, y sus colegas, esperan que su trabajo proporcione nuevas maneras de controlar las poblaciones de mosquitos en lugares donde la fiebre amarilla y el dengue son problemas significativos.
Al estudiar estas señales acústicas, los investigadores podrían determinar qué tipo de información las hembras y los machos consideran importante al elegir pareja. Esto permitiría liberar machos transgénicos o estériles diseñados para que resultaran muy atrayentes para las hembras, y que podrían competir exitosamente con los machos normales de las poblaciones naturales, dando como resultado una reducción de la descendencia dejada por la población adulta.
Información adicional en: Cornell University
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