El próximo viernes, la NASA lanzará una misión histórica para tratar de responder una pregunta fundamental: ¿existen otros mundos como la Tierra?
Un planeta rocoso como la Tierra refleja muy poca luz al espacio. Pero hay una forma de detectarlo: identificar la sombra que forma al pasar delante de su estrella. Este tránsito provoca una desviación de la luz que puede durar entre dos y seis horas, y permite deducir datos como el tamaño del planeta, su órbita y su temperatura. En definitiva, todo lo necesario para saber si es potencialmente habitable.
El nuevo observatorio espacial Kepler que lanzará esta semana la NASA posee un fotómetro diferencial muy potente que hace posible supervisar de manera continua y simultánea el brillo de 100.000 estrellas enanas, las más probables para mantener un planeta como el nuestro. "El inventario de planetas que debe realizar Kepler será de gran importancia para la comprensión de la frecuencia de planetas en la misma categoría de tamaño que la Tierra en nuestra galaxia (la Vía Láctea)", ha explicado Jon Morse, director de la división de astrofísica de la agencia espacial norteamericana.
La NASA bautizó al telescopio Kepler en honor al astrónomo alemán del siglo XVII Johannes Kepler, quien descubrió que los planetas giran alrededor del Sol en elipses y no en círculos perfectos.
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