Los equipos de apoyo comenzaron a abastecer de combustible el lunes al transbordador espacial Atlantis, que se espera despegue más tarde en una misión para modernizar el telescopio espacial Hubble.
El despegue del Atlantis desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida, está programado a las 14.01 horas locales , en la que será la quinta y última visita de una nave de la NASA al Hubble.
La última vez que los astronautas llegaron al Hubble fue en 2002. El observatorio, con 19 años de funcionamiento, necesita baterías, giroscopios, cámaras y otros equipos nuevos. La NASA tiene la esperanza de mantener el telescopio en operación durante otros cinco a 10 años.
Los científicos consideran que apenas se hayan completado las operaciones de actualización, el Hubble podrá explorar en el cosmos con más profundidad y recolectar una cantidad de información sin precedentes.
Los expertos en clima consideraron que hay 90% de posibilidades de tener condiciones aceptables para el despegue. Apenas hay una ligera posibilidad de lluvia en un sitio de aterrizaje de emergencia en España.
El transbordador Endeavour también está en buenas condiciones en la otra plataforma de lanzamiento, a la espera en caso de que el Atlantis se malogre durante el vuelo y sus siete astronautas necesiten ser rescatados.
Si el Atlantis sufre una avería grave durante el lanzamiento o el vuelo, los astronautas no estarán en la estación espacial internacional, donde podrían refugiarse durante semanas mientras aguardan la llegada de un nuevo transbordador. Quedarían varados en su nave espacial junto al Hubble, donde la NASA calcula que podrían permanecer con vida durante 25 días antes de quedarse sin aire.
En ese caso, el Endeavour y otros cuatro astronautas tendrán que despegar en un vuelo de rescate una vez que la NASA determine que el Atlantis no está en condiciones de efectuar el vuelo de regreso.
La tripulación del Atlantis realizará cinco caminatas espaciales en días consecutivos para instalar cámaras nuevas y equipo en el Hubble, y para reparar algunos instrumentos rotos.
La misión iba a despegar en octubre pasado, pero fue postergada por una falla grave en el observatorio en órbita.
En total, la misión le cuesta a la NASA un poco más de 1.000 millones de dólares
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