Usualmente el agua se cristaliza en forma de anillos hexagonales, pero unos científicos en la Universidad de Liverpool han descubierto una cadena de hielo de cinco lados que rompe con las reglas usuales.
Los investigadores, en colaboración con expertos del University College de Londres y del Instituto Fritz Haber en Berlín, reprodujeron los primeros momentos de la condensación del agua, un proceso vital para la formación de nubes en la atmósfera, analizando cómo hielo y agua interactúan sobre una superficie plana de cobre. Raramente el hielo ha sido observado a nanoescala con anterioridad, y el equipo descubrió una estructura de cadena unidimensional construida a partir de anillos con forma de pentágonos, en lugar de las estructuras hexagonales presentes en estructuras de hielo comunes, como los copos de nieve.
Este descubrimiento podría conducir a los científicos a desarrollar nuevos materiales para sembrar nubes y provocar la lluvia. La siembra de nubes es una forma de modificar el clima local en la que, dispersando sustancias en el aire que modifican las partículas de las nubes, se logra alterar la cantidad o el tipo de precipitación que cae de éstas. Este proceso puede incrementar las cantidades de lluvia y nieve, pero además puede ser utilizado para eliminar el granizo y la niebla. Las sustancias utilizadas en la actualidad para sembrar nubes son escogidas para operar con hielo hexagonal, pero este trabajo sugiere que el proceso podría igualmente funcionar bien usando materiales que operan con otras estructuras.
El agua es un material ubicuo fundamental para muchas reacciones químicas y biológicas, pero su influencia es con frecuencia indirecta y difícil de comprender. El agua al solidificarse suele tomar formas hexagonales, como las vistas en los copos de nieve, aún cuando esta investigación ha mostrado que la intricada estructura a nanoescala del hielo puede ser construida a partir de pentágonos unidimensionales.
La nueva investigación ayudará a mejorar los conocimientos sobre cómo son gobernados los patrones estructurales del hielo y cómo está estructurada el agua en las interfaces de metal.
Con una mejor comprensión sobre cómo se forman los cristales de hielo en la atmósfera superior, sería posible desarrollar materiales nuevos y más baratos utilizables en cualquier punto del globo terrestre para sembrar nubes y modificar patrones meteorológicos.
Información adicional en: U Liverpool
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