Una vaca con un nombre de pila produce más leche que una sin apodo según acaban de demostrar dos investigadores de la Universidad Newcastle. La clave, explican Catherine Douglas y Peter Rowlinson en la revista Anthrozoos, está en tratar a estos rumiantes de manera individual. “Igual que las personas respondemos mejor al contacto físico, las vacas se sienten más felices y relajadas si se les presta atención una a una”, dice Douglas. Según la investigadora, dando más importancia al individuo, por ejemplo poniendo un nombre a cada vaca e interactuando con el animal mientras crece, no sólo mejoramos su bienestar sino que se consigue incrementar la producción.
Para demostrarlo, Douglas y Rowlinson estudiaron más de 500 granjas británicas. En un 46% de los casos analizados los granjeros habían puesto un nombre a cada animal. Y los datos revelaron que esas vacas proporcionaban 258 litros más de leche que el resto. “Hemos encontrado un método sencillo y sin costes para mejorar la producción”, concluye Douglas.
Fuente: Muy Interesante
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